Si este verano viajas por Europa es recomendable que lleves la Tarjeta Sanitaria Europea para estar protegido en caso de accidente o enfermedad. Este documento acredita el derecho a recibir las prestaciones sanitarias que resulten necesarias, desde un punto de vista médico.
La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es un documento personal e intransferible que acredita el derecho a recibir las prestaciones sanitarias que resulten necesarias, desde un punto de vista médico, durante una estancia temporal en cualquier país tanto de la Unión Europea, como del Espacio Económico Europeo (Noruega, Liechtenstein e Islandia) y Suiza.
Esta atención sanitaria tendrá en cuenta los tratamientos requeridos y la duración de la estancia prevista, de acuerdo con la legislación del país de estancia, independientemente de que el objeto de la estancia sea el turismo, una actividad profesional o los estudios.
No sirve cuando el desplazamiento se haga específicamente para recibir tratamiento médico, en cuyo caso es necesario que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), o el Instituto Social de la Marina (ISM), emita el formulario correspondiente, previo informe favorable del Servicio de Salud. Tampoco es el documento válido si hay traslado de residencia al territorio de otro Estado miembro.
En algunos casos, deberás asumir una cantidad fija o un porcentaje de los gastos derivados de la asistencia sanitaria, en igualdad de condiciones con los asegurados del Estado al que te desplaces. Estos importes no son reintegrables.
Acude a tu gestor administrativo colegiado de confianza, ya que te informará sobre los trámites para obtener la Tarjeta Sanitaria Europea.