Existe el convencimiento entre los profesionales de las nuevas tecnologías de que ningún robot le quitará el empleo a un ser humano, que ese empleo se pierde ante otra persona que sabe gestionar mejor las habilidades de ese robot. Hay profesionales de élite que conciben la tecnología como una amenaza más que como una oportunidad. Consideran que un despacho tradicional es más suntuoso y atractivo que uno digitalizado y con los diferentes canales telemáticos desplegados.
Cinco factores de cambio
Un informe de la editorial jurídica Lefevbre define cinco factores de cambio comunes en todos los ámbitos observados, como son la globalización y la superación de fronteras que la misma representa; la era de la digitalización en la que vivimos -todo sucede ‘online’, tiempos de Big Data, automatización-; el perfil del nuevo cliente -más tecnológico, informado e internacional, muy sensible al precio, buscador de servicios eficientes e inmediatos-; los cambios legislativos que afectan a la tecnología y a su regulación; y la presencia de nuevos competidores que están cambiando las reglas de juego, como ocurre con el llamado ‘legaltech’.
Hay profesionales de élite que conciben la tecnología como una amenaza más que como una oportunidad.
Pero ni las pymes ni los profesionales son conscientes, en general, del valor de los datos que generan y no están lo bastante protegidas ni preparadas para la economía ágil en el manejo de los datos que se avecina. Solo el 17 % de las pymes de la Unión Europea han integrado con éxito las tecnologías digitales en su negocio, frente al 54 % de las grandes empresas.
Nuevas herramientas
En un año lleno de incertidumbre por la crisis derivada de la pandemia, la digitalización está demostrando tener un papel fundamental en la supervivencia de las actividades económicas, porque facilitan herramientas que les permiten agilizar y controlar mejor los procesos: desde la gestión de presupuestos y facturas a la optimización de la productividad.
Sin embargo, los despachos profesionales tradicionales suelen tener dudas al elegir su estrategia empresarial digital, tienen problemas para aprovechar grandes repositorios de datos que empresas más grandes tienen a su disposición y evitan las herramientas y aplicaciones avanzadas basadas en la inteligencia artificial. Además, son muy vulnerables a las ciberamenazas.
Mayor especialización
Las oportunidades pasan por reorientar el negocio, actualizando su estructura a las nuevas necesidades; por el desarrollo de servicios muy enfocados para medianas empresas, introduciendo la segmentación de clientes, así como la especialización territorial y sectorial o por tamaño de empresas. En la misma línea, se hace necesaria una estrategia de comunicación, bien alineada con un posicionamiento para los segmentos objetivo y una mejora de los procesos para hacerlos más eficientes.
Además, los despachos no pueden ser ya generalistas, hay una dinámica que requiere una mayor especialización, por ello es preciso mantener una política de acuerdos con terceros y de revisión e innovación de los servicios. Encontrar modelos cooperativos con otros despachos o con trabajadores autónomos que permitan aprovechar oportunidades, e incrementar la calidad del trabajo o la operatividad, e incluso intercambiar conocimiento.
Los profesionales deben ser conscientes de que el Gobierno se plantea apoyar a las pymes con fondos europeos. Este va a ser un campo de actuación fundamental: las empresas deberán afrontar un triple reto: hacerse sostenibles, digitales e internacionales. Una gran oportunidad para los despachos que prestan servicio, para las profesiones liberales.
Contar con ordenadores y conexiones a Internet no supone estar digitalizado. Es preciso planificar para ir adaptando las estructuras a asuntos como las migraciones a servicios ‘cloud’, soluciones que integren Inteligencia Artificial; digitalización de la documentación y procesos de firma y operativa: el uso de tecnologías para interactuar de forma eficiente con proveedores y otros operadores; incluso el uso de del ‘blockchain’.
En el mercado existen multitud de opciones para dar cobertura a cada una de las tareas. La mayoría son aptas para todos los niveles de digitalización de empresas y despachos profesionales y suelen ser transversales, alcanzando a tareas tan variadas como contabilidad, impuestos, facturación, atención y comunicación de clientes, aplicaciones de productividad y un largo etc.
Este artículo ha sido publicado en el número de febrero de la revista del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España.