Es imposible vaticinar qué pasará con la profesión de gestor administrativo ni, en particular, cómo serán los despachos del futuro, dada la innumerable cantidad de factores que influyen y los incentivos que intervienen en la configuración de la estructura de las gestorías administrativas.
La organización de estas en el futuro dependerá de cómo los gestores administrativos aprovechemos las oportunidades que se nos vayan poniendo a nuestro alcance y nuestra capacidad para reaccionar y adaptarnos al entorno. Por ello, resulta fundamental que alcancemos el convencimiento de que somos profesionales de élite, este debe ser el punto de partida de cualquier análisis que podamos realizar sobre el futuro de la profesión de gestor administrativo.
Excelencia profesional
En un mercado tan cambiante y competitivo como el actual, solo los mejores tienen cabida. Por eso, el primer paso tiene que ser aspirar a la excelencia profesional y olvidarnos de la mediocridad con que muchos profesionales afrontan el día a día. El futuro de las profesiones es el futuro de los mejores. Así es la historia de cientos de profesiones que, a lo largo de la historia, no supieron adaptarse a las exigencias sociales o tecnológicas y perecieron devoradas por otros colectivos profesionales mejor adaptados, mejor preparados y más ambiciosos.
Para ser un profesional de élite, lo primero con lo que hay que contar es con pasión por esta profesión y estar dispuesto a darlo todo. Es preciso que no nos pese el esfuerzo y el sacrificio, convencidos de que nuestra actividad es un auténtico lujo y que nuestro trabajo es una gran ventaja para nuestros clientes, que ponen en nuestras manos la suerte de sus negocios. Una responsabilidad para la que hay que estar preparados permanente.
Profesionales de élite
Estar convencidos de ser profesionales de élite supone:
- Trabajar por un conocimiento especializado puesto al día;
- Dominar las novedades tecnológicas, siempre por delante de las administraciones públicas y de las empresas;
- Apostar por una capacitación educativa de alto nivel, propia y de nuestros empleados y colaboradores sobre las materias que nos abren campos de trabajo, siempre atentos a las necesidades de nuestros clientes y a las tendencias de los mercados nacionales y extranjeros;
- Controlar el contenido del trabajo, gracias a una planificación eficiente;
- Dimensionar una organización propia eficaz y flexible;
- Buscar la autorregulación, con espíritu corporativo y colaborativo tanto con los compañeros de profesión como con la comunidad con la que trabajamos;
- Y, finalmente, pero no menos importante, la aplicación de elevadas normas éticas.
Es preciso que nos formemos para alcanzar capacidad de generar negocio, flexibilidad para adaptarnos a un entorno cambiante, empatía y habilidades de comunicación tanto hacia el cliente como con los integrantes del equipo, cualidades que deben acompañarnos hoy en día a todos y cada uno de los gestores administrativos desde las primeras etapas de nuestras carreras profesionales.
Necesidad de cambio
La clave es entender que lo único constante hoy es la necesidad de cambio. La innovación es absolutamente constante porque el ciclo de vida de los servicios y de los productos es cada vez más corto, más efímero y la competencia se ha globalizado en todos los ámbitos. La innovación lo cambia todo. Los mayores generadores de empleo y rentabilidad del futuro serán las profesiones, actividades y los sectores industriales que apuesten por la innovación de manera clara. El objetivo principal es conseguir que una parte sustancial de la innovación y el talento se transformen en actividad económica y que sean la semilla de una transformación paulatina de nuestro actual modelo productivo.
Se trata de ayudar a que se reduzcan la complejidad y las barreras de entrada que muchas empresas encuentran al iniciar sus actividades innovadoras. Los gestores administrativos hemos realizado, ya desde hace muchos años, una apuesta decidida por la digitalización de la profesión y por la preminencia de los trámites electrónicos. Ahora más que nunca, con la crisis abierta por la expansión del COVID-19, hemos podido comprobar la importancia que tiene ser una de las profesiones más avanzadas en la administración electrónica.
Este debe ser un camino al que debemos enfrentarnos, porque la unión hace la fuerza. Supimos en los años 70 ser los primeros asesores fiscales cuando en este país nadie sabía lo que eran los impuestos, y lo hicimos colectivamente. Fuimos los primeros en realizar las matriculaciones y las transferencias de vehículos directamente en los servidores de Tráfico, y lo hicimos colectivamente. Y hemos desarrollado y seguiremos desarrollando numerosas actuaciones de colaboración con las administraciones, mediante la firma de convenios. De manera colectiva y a través de acuerdos colaborativos con otras profesiones, sabiendo encontrar bases de colaboración que nos abran puertas y oportunidades. Nadie nos va a regalar nada. Por eso el futuro es nuestro si estamos convencidos de que somos profesionales de élite y actuamos como tales, huyendo de la mediocridad y la molicie.
Este artículo ha salido publicado en el número de mayo de la revista del Consejo General de Gestores Administrativos de España.